ALIMENTACION. Las necesidades energéticas, calculadas en ración de mantenimiento son de 1.550 - 1.650 Kcal. diarias en el ejemplar adulto complementándolas con 4 - 4,5 g. de calcio, 3,3 - 3,7 g. de fósforo, 0,55 - 0,60 mg. de vitamina A y 4,6 - 5,2 mg. de vitamina D. Estas exigencias, variables según el peso, deben respetarse sin llegar al exceso. La sobredosis, tanto en sales minerales como en vitaminas, a veces resulta mucho más peligrosa que su carencia. Recordemos que un exceso de vitamina A -de la cual sabemos que participa en varios mecanismos para mantener íntegro el organismo como la función epitelio-protectora por lo que con frecuencia es hiperdosificada- determina: estado de anemia, pérdida del apetito, fragilidad capilar, pérdida de peso. CUIDADOS DIARIOS. Debido a las características de la capa del Rough Collie, provista de un pelo áspero y de un denso subpelo, es necesario el uso cotidiano de un fuerte cepillo metálico con púas anchas y de un cepillo blando para el hocico y las puntas de las extremidades, donde el pelo es liso y corto. Para el Smooth Collie, la utilización de un guante para pelo liso, asegura un buen cuidado y estado tanto de la capa como de la piel. ENFERMEDADES. Siendo el Collie una raza muy extendida, las enfermedades que más lo afectan, han sido particularmente estudiadas. De manera especial aquéllas del aparato de la visión que, en esta raza, tienen una incidencia particular. La atrofia retínica central, que se produce por una degeneración de la retina, comienza en las proximidades del disco óptico y termina extendiéndose a toda esa parte de los ojos, determinando una disminución de la visión del perro a la luz del día, con una mejor capacidad visual a la luz del crepúsculo. Esta lesión no provoca la ceguera total, como sucede con la atrofia retínica generalizada, sin embargo, debilita gravemente al perro. Aún no se conocen sistemas terapéuticos que tengan una cierta efectividad. Por este motivo, en Inglaterra se realiza una profilaxis con el fin de garantizar, a través de un examen clínico, ausencia de lesione, en los cachorros. Teniendo la atrofia retínica central carácter hereditario, si se excluyen para reproducción a los ejemplares afectados, se reduce notablemente el porcentaje de enfermos. Otras anomalías hereditarias del Collie que pueden evidenciarse en el cachorro son la tortuosidad de los vasos retínicos y otras fisiopatías oftálmicas. Aquí también es importante, para una profilaxis eficaz, excluir como reproductores a los ejemplares que presentan síntomas clínicos o aquéllos que, sometidos a un examen oftalmoscópico, presenten las afecciones arriba mencionadas. También es conocida una enfermedad de piel que afecta al Collie y que se caracteriza por la pérdida de pelo en el dorso de la nariz y la secreción de un exudado primeramente seroso y después hemorrágico. La piel se vuelve frágil y expuesta a la formación de heridas. Como consecuencia de esta enfermedad, la piel de la nariz adquiere, a la luz solar, una especial sensibilidad. Las terapias conocidas son muchas, sin embargo, los resultados que se obtienen resultan poco constantes.